Dé un buen ejemplo.
Los adolescentes se benefician mucho al ver a sus padres hacer su mejor esfuerzo,
cumpliendo con su trabajo y sus obligaciones. Los padres deben demostrar que
valoran el aprendizaje y el trabajo intenso.
Dígale a su hijo que el esfuerzo a largo plazo es la clave
del éxito. Enséñele a ponerse metas y a
trabajar duro para alcanzarlas. Ayúdele a comprender el valor de enfrentar los
retos y a descubrir como enfrentar o sobrepasar esos retos.
Dirija a su hijo hacia las clases adecuadas y buenas
actividades. Los adolescentes necesitan tener
oportunidades para destacarse y ser útiles. El éxito puede ser un gran
motivador y el aburrimiento puede ser una señal de que su hijo no tiene
suficientes oportunidades para desarrollar sus talentos. Quizás necesita
matricularse en un curso de inglés avanzado, una clase de arte o la oportunidad
de ofrecerse como voluntario en un albergue para desamparados.
Ofrézcale su apoyo.
Los elogios falsos o exagerados cuando no se ha visto un buen esfuerzo no
ayudan en nada, pero los adolescentes necesitan que se les asegure que son
buenos para algo. "A veces los muchachos dicen que están aburridos, pero
es porque no han hecho [esa actividad] antes," aconseja la maestra Barbara
Braithwaite. Quizás su hijo necesite algunas sugerencias para comenzar un nuevo
proyecto; usted se las puede dar, o algún otro adulto, un instructor o un
libro.
Busque sus puntos fuertes y desarróllelos. Todos los jovencitos tienen la capacidad de brillar en
alguna área. Identifique qué es lo que su hijo sabe hacer mejor, no importa lo
que sea.
Consejos para fomentar la motivación entre los
adolescentes
Comuníquese con los maestros de su hijo, los consejeros
escolares o el director de la escuela cuando sea necesario. No es nada raro que las calificaciones bajen un poco al
cambiar de un grado a otro. Pero si las calificaciones bajan demasiado o si
persiste por más de un período de evaluación, comuníquese con alguien en la
escuela. Está bien abogar por su hijo con vigor y con respeto. Pero quizás
tenga que insistir un poco para lograr reunirse con los maestros, puesto que
los maestros de escuela intermedia suelen estar muy ocupados. Llame por
teléfono, escríbales o mándeles un correo electrónico si usted piensa que la
tarea es inadecuada o si a su hijo se le dificulta terminar la tarea. Tome las
riendas si usted siente que su hijo ha sido asignado a clases de las que usted
duda de su rigor académico o si su hijo se la pasa aburrido en clase.
Tenga expectativas realistas. Es importante fijar normas altas para los jovencitos. Pero
cuando se les pide que logren lo imposible, los adolescentes dejan de
esforzarse. No presione a su hijo de 5 pies y 4 pulgadas de estatura a
participar en el equipo de baloncesto, solo porque jugaba en la primaria. Mejor
recuérdele que pronto crecerá más y que mientras tanto usted le ayudará a
seleccionar otras actividades. Tener expectativas realistas también requiere
que usted considere la personalidad y el temperamento del muchacho. Puede ser que
a su hijo que mide 6 pies de altura no le guste jugar baloncesto. Asegúrese que
su hijo sabe, en lo más profundo de su corazón, que usted lo quiere por quién
es y no por lo que él hace.
Tenga paciencia. La
motivación de los jovencitos generalmente mejora cuando los padres toman los
pasos que hemos discutido aquí. Pero no se olvide de tener paciencia: Muchos
adolescentes necesitan del don del tiempo para desarrollar la madurez que les
permitirá terminar la tarea y los deberes domésticos con la más mínima supervisión.
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